Queridos lectores!
Durante mis excursiones en la Doñana visitable he visto muchísimos ratoneros. Pero casi siempre estaban en lo alto de un poste eléctrico o salieron volando, no más que quitaba el pie del acelerador. Bueno, ya sabemos que muchas veces simplemente hay que tener suerte! Había parado el coche para fotografiar a mucha distancia esta hembra de lagunero:
Y en esto descubro a otra hembra lagunero que defiende con rabia su posadero en el suelo contra un ratonero:
Rápidamente las disputa se calmó y mi mirada se dirigió a mi derecha, en el fondo para poner la cámara nuevamente en el asiento del copiloto. No lo podía creer! Directamente al lado mío estaba este ratonero en su posadero y seguramente me había observado todo este tiempo en vez de yo a él!
Que momentazo poder ver esta bella ave tan cerca! Me mostraba su pecho y no hacía ningún ademán de largarse:
Y así pasamos al menos un cuarto de hora! El ratonero perdió muy rápidamente cualquier interés por mi y ...
... oteaba al piso ...
... seguramente con la esperanza de un imprudente ratón!
"El colmo, aquí no se mueve nada!" De forma muy elegante levantó entonces vuelo y pronto lo ví encima mío en el cielo azul. Qué maravilla de encuentro y que inesperado!
La cuarta y última parte de mis relatos de Doñana tratara de Grullas, Garcetas Grandes y muchas otras aves que allí pasan el invierno!
Saludos cordiales
Birgit Kremer